Mucho se ha hablado de esta
herramienta que debería ser aplicado a nuestra vida cotidiana, a la búsqueda de
empleo, al ejercicio de las empresas, a la microeconomía, a la macroeconomía,
etc. Una técnica sencilla (necesitas solamente un folio y un bolígrafo) y vital para desarrollarnos profesional y
personalmente, y que es un ejercicio de autoanálisis de nosotros mismos.
Es una balanza, en forma de tabla
con cuatro campos (ver imagen), en la que poner nuestros miedos, carencias y,
sobre todo, nuestras necesidades para cumplir una serie de requisitos para
alcanzar un objetivo concreto. También se usa en la toma de decisiones,
estratégicas o no, para llegar a un fin. No hay que entender el Análisis DAFO
como un medio para conseguir algo, si no como una Herramienta con multitud de
posibilidades de acción.
Identificar nuestras debilidades
internas y nuestras amenazas exteriores servirá para paliar en menos tiempo
nuestras necesidades, mientras que definir claramente nuestras fortalezas y las
oportunidades que podrían surgir, nos dará un plus de motivación.
El Análisis DAFO nos ofrece la
posibilidad de conocernos a nosotros mismos.
Así, en este artículo, lo que se
pretende es que, el autoconocimiento sobre uno mismo y sobre nuestro mundo
exterior, se impliquen para saber cómo llegar a los mejores resultados
posibles.
Por ello, intentaremos definir lo
mejor posible cómo realizarlo:
DEBILIDADES: Son aquellas necesidades internas conforme al objetivo
buscado: Conocimientos que debo buscar o habilidades que debería de tener. Si
los describimos bien, tendremos una serie de pautas de trabajo en las que saber
si tengo que aprender, si puedo externalizar, si puedo delegar,… etc.
AMENAZAS: El exterior, la competencia, cambios de situaciones de
mercado (laboral, económico, productos, servicios). Hay que tener claro que no
dependen de nosotros mismos, pero las soluciones que nos aporten el análisis de
nuestras debilidades es vital para ir eliminando amenazas de nuestro punto de
visión.
FORTALEZAS: ¿Qué ofrezco, qué tengo, qué sé? ¿Qué es lo que me
diferencia a mí del resto o que ha pasado cuando se me han dado este tipo de
situaciones? El conocimiento y la experiencia son un grado que en este punto se
hacen extremadamente compatibles.
OPORTUNIDADES: ¿De dónde vengo y dónde voy? La gran pregunta. Aquí
analizaremos el mercado, los requisitos que cumplo aunque haya otras pautas y/o
cualquier otro aspecto que necesitemos para concebir un futuro prometedor. Debo
exprimir mis fortalezas para redirigirlas todas hacia las oportunidades que van
surgiendo y ver donde encajan. Quizá el objetivo en primer lugar era uno, pero,
en realidad, mi potencialidad puede que abra muchas posibilidades que aún
desconocía.