lunes, 1 de septiembre de 2014

El Análisis DAFO, Una herramienta vital



Mucho se ha hablado de esta herramienta que debería ser aplicado a nuestra vida cotidiana, a la búsqueda de empleo, al ejercicio de las empresas, a la microeconomía, a la macroeconomía, etc. Una técnica sencilla (necesitas solamente un folio y un bolígrafo)  y vital para desarrollarnos profesional y personalmente, y que es un ejercicio de autoanálisis de nosotros mismos.

Es una balanza, en forma de tabla con cuatro campos (ver imagen), en la que poner nuestros miedos, carencias y, sobre todo, nuestras necesidades para cumplir una serie de requisitos para alcanzar un objetivo concreto. También se usa en la toma de decisiones, estratégicas o no, para llegar a un fin. No hay que entender el Análisis DAFO como un medio para conseguir algo, si no como una Herramienta con multitud de posibilidades de acción.

Identificar nuestras debilidades internas y nuestras amenazas exteriores servirá para paliar en menos tiempo nuestras necesidades, mientras que definir claramente nuestras fortalezas y las oportunidades que podrían surgir, nos dará un plus de motivación.

El Análisis DAFO nos ofrece la posibilidad de conocernos a nosotros mismos.

Así, en este artículo, lo que se pretende es que, el autoconocimiento sobre uno mismo y sobre nuestro mundo exterior, se impliquen para saber cómo llegar a los mejores resultados posibles.

Por ello, intentaremos definir lo mejor posible cómo realizarlo:

DEBILIDADES: Son aquellas necesidades internas conforme al objetivo buscado: Conocimientos que debo buscar o habilidades que debería de tener. Si los describimos bien, tendremos una serie de pautas de trabajo en las que saber si tengo que aprender, si puedo externalizar, si puedo delegar,… etc.

AMENAZAS: El exterior, la competencia, cambios de situaciones de mercado (laboral, económico, productos, servicios). Hay que tener claro que no dependen de nosotros mismos, pero las soluciones que nos aporten el análisis de nuestras debilidades es vital para ir eliminando amenazas de nuestro punto de visión.

FORTALEZAS: ¿Qué ofrezco, qué tengo, qué sé? ¿Qué es lo que me diferencia a mí del resto o que ha pasado cuando se me han dado este tipo de situaciones? El conocimiento y la experiencia son un grado que en este punto se hacen extremadamente compatibles.

OPORTUNIDADES: ¿De dónde vengo y dónde voy? La gran pregunta. Aquí analizaremos el mercado, los requisitos que cumplo aunque haya otras pautas y/o cualquier otro aspecto que necesitemos para concebir un futuro prometedor. Debo exprimir mis fortalezas para redirigirlas todas hacia las oportunidades que van surgiendo y ver donde encajan. Quizá el objetivo en primer lugar era uno, pero, en realidad, mi potencialidad puede que abra muchas posibilidades que aún desconocía.