domingo, 9 de agosto de 2015

Branding vs. Benchmarking

Emprender, ese algo insólito y denostado verbo que nos hace tan dura la convivencia con los asalariados y empresarios. Atreverse a realizar proyectos que pueden tener éxito o fracaso, donde la fórmula mágica no existe, no está al alcance de cualquier persona. Emprender es constancia, esfuerzo y trabajo para llegar a un objetivo planteado de manera que se tienen que alcanzar varias fases, según el planteamiento que se hace del negocio o la experiencia que crece de manera progresiva en tiempo y forma.

Pretendo con esto, ayudar un poco al establecimiento de reglas con las que continuar creciendo a lo largo del proceso de realización. Uno de los errores que se comete al iniciar cualquier proceso de emprendimiento es el desequilibrio entre el Branding (lo que solemos llamar, la “Marca Personal”) y el Benchmarking (la consolidación de procesos internos), aunque quizá debamos definir un poco más estos términos para poder hacer una reflexión.

El Branding es la formulación de nuestra identidad personal, a nivel individual o empresarial, a nivel de logotipo, identidad corporativa, procesos de atención al cliente, sloganes, y sobre todo, no olvidar a nuestros primeros clientes (que irán convertiéndose en baluartes de nuestra causa). Es lo que hará que se nos reconozca y nos hará diferentes de otras marcas, de nuestra más directa competencia.

El BenchMarking es la asimilación o concentración de procesos internos, que examinando otras prácticas productivas, análisis de mercado y procesos de la competencia, harán más efectivos y eficaces nuestros procesos internos, ganando tiempo que se va traduciendo poco a poco en dinero a medio y largo plazo, aumentando los beneficios.

¿Qué sucede si ambos procesos no van a la par? ¿Si nuestro Branding es tan grande que no podemos cumplir la demanda impuesta y nuestra oferta nunca llega? ¿Y si tenemos los mejores procesos, pero no conseguimos llegar al mundo y a nuestros clientes?

Nunca debemos dejar de lado el Análisis DAFO que describí en un anterior post y e ir progresando continuamente, para ir mejorando a nivel de comunicación corporativa y de desarrollo interno, porque no hace daño más a un cliente que los procesos se alarguen en el tiempo, que no se adecuen las expectativas que tienen de nosotros y dañen finalmente a la marca una y otra vez. Y Ninguna puede vivir sin la otra, si no desarrollamos nuestra imagen personal, nuestros maravillosos procesos se bloquearán para siempre.