Siendo más una advertencia que un
simple consejo, dirigido a padres, madres, o en su caso, Tutores legales de un
menor, llegados los nuevos tiempos en los que generamos más información de la
que deberíamos (registros en multitud de páginas, descargas, subir fotos a una
red social), ¿os habéis parado a pensar en algún momento en la protección que
estáis ofreciendo a vuestros descendientes? ¿En algún momento os habéis
planteado si están educados correctamente en el uso de las redes sociales?
En estos tiempos de apertura
social en Internet, se abre a la vez un espacio dónde todos convivimos que es
la red virtual. Sin embargo, por un lado está el desarrollo social aún mayor
del que se desarrollaba en las calles, y por otro, ofrecemos al mundo nuestra
mejor imagen, añadiendo, en muchas ocasiones, riesgos innecesarios para la
protección o la privacidad de nuestros contenidos, opiniones y tendencias de
pensamiento.
Nunca olvidéis que, enseñar
nuestro lado más débil, “mostrar nuestra panza”, siempre será un tema delicado.
La pregunta es: ¿Por qué un menor debería dar sus datos antes de que tenga uso
de razón fuera de su DNI?
Preparar al menor sobre cómo
hacer uso de sus propios bienes y el derecho que tiene toda persona a estar
alfabetizado en ciertos temas, hasta que pueda ser mayor de edad, y por tanto,
consecuente con sus actos.
Por ello, incluyo algunas
directrices para ayudar a un menor a desarrollarse también en ese mundo virtual
que los adultos estamos creando:
A.
Existen los controles parentales en muchos
aspectos cotidianos (principalmente, TV, PC, dispositivos de acceso a internet,…
etc.
B. Hasta que un adulto lo considere, el menor sigue
siendo un menor en redes sociales, siendo indispensable enseñarles cuáles son
los comportamientos de uso de estas y enseñarle como bloquear contenido o dar
mayor privacidad a sus datos.
C. Los usuarios y las contraseñas que puedan
utilizar siempre es bueno saberlas, porque siendo sus protectores, deberíamos
revisar que uso hace de dichas redes sociales.
D. Los dispositivos móviles NO son imprescindibles
para un niño, sólo deben servir de entretenimiento, y si los tienen, es nuestra
obligación saber el uso que hacen de ellos.
Ellos están llegando y necesitan
una guía. Y para los adultos, es un tema educacional más en una difícil
trayectoria que es la crianza de un niño o una niña. El principal objetivo de
todos es la seguridad y reducir los riesgos de amenazas exteriores que lleguen
a provocar traumas que se arrastren durante toda la vida, o casuísticas de peor
trascendencia, que no vamos a nombrar en este post.